Relatos

Relato circuito Laguna Arenales, Cerro Klatt y Laguna Esmeralda

Pocas veces se tiene la oportunidad de salir por 3 días y 2 noches a lugares maravillosos. Este relato es de nuestra salida de enero de 2021:

Día 1

Son las 9:00, dejamos el auto en la curva 7 de Valle Nevado y nos sumergimos en la montaña, ¡esto no tiene precio!. Bajamos por un sendero escarpado de muchas flores silvestres de variados colores, acompañadas por vacas y terneros que no sé cómo se las ingenian para pasar por lugares tan angostos al borde de acantilados que van directo al río. La vista de majestuosas montañas como el Capitán del Quempo pareciera que nos dieran la bienvenida y a lo lejos nos mira nuestro objetivo, el Klatt. De a poco bajamos en altura para encontrarnos con el río Cepo que llama para ser cruzado a pie pelado, con agua fría que nos da un respiro y otorga la energía para continuar el trayecto.

Luego de unos minutos emprendemos nuevamente el camino, ahora toca subir. Se ve bastante empinado, subimos en zigzag, un acarreo no tan complicado, con rocas y flores que adornan y nos hacen la subida más amena. Son aproximadamente 45 minutos o 1 hora de subida, hasta unas piedras que nos esperan en la cumbre y que se convierten en el escenario perfecto para almorzar. Ya son las 14:00. La vista al Plomo está despejada, se ven varias cumbres de piedras de diferentes formas y colores. Nos tomamos casi una hora para descansar y reponer las piernas.

Ya son las 15:00 y es hora de volver a partir. Esta vez la idea es seguir subiendo muy cerca del estero que baja por la quebrada Arenales, por lo que agua tenemos siempre a disposición. Son varios metros de subida por terreno arenoso, con vegetación y muchas lagartijas. La subida se hace un poco larga, pero las ganas de llegar a nuestro lugar de campamento nos hacen tener perseverancia. Una última parada al lado del estero para recargar las botellas y mojarse la cabeza es necesaria para hacer los últimos metros que son bastante empinados, la mochila cada vez se hace notar más…pero ahí está: al fin llegamos a una parte plana, de terrero muy pedregoso, con piedras que nos esperan como si fueran sillones, descansamos, solo una pequeña última subida y estamos a minutos de llegar la laguna Arenales. Todo ha valido la pena, el lugar es perfecto para acampar. Las familias de piuquenes nos dan la bienvenida, el agua se ve calma y es de un color verde esmeralda soñado. No sopla nada de viento y aún nos queda día para preparar la cena y alistarse para dormir.

Dia 2

A la mañana siguiente nos damos todo el tiempo para tomar desayuno, desarmar el campamento, recargar botellas con agua y hasta darnos un chapuzón en la laguna. Tipo 10:00 estamos listas para partir hacia nuestro objetivo: la cumbre del Klatt y armar campamento en la próxima vega, cerca de laguna Esmeralda.

Hay que subir terrenos con hartas piedras, acarreos no tan complicados, pero a veces bastante empinados. Subimos más de lo necesario y luego tenemos que bajar a un plano, “ladereamos” hasta llegar a una especie de punta con vista a Valle Nevado, y la Sierra de Ramón, que nos invitará nuevamente a subir, el sendero no es claro, es zona de harto derrumbe. Mucha piedra grande que es necesario subir como peldaños, entremedio hay una subida que nos llevará a los pies del Klatt, lugar para almorzar y un poco más arriba dejaremos las mochilas para subir livianas a la cumbre.

Subir a la cumbre es algo pesado, acarreo bastante suelto a veces, largo y monótono. Un cóndor nos sale a saludar y sobrevuela el lugar por debajo de nosotros. Es como una hora de subida cansadora…pero al llegar todo se paga. La vista es impresionante, da vértigo mirar hacia abajo. El rio Cepo naciendo desde la base del Plomo, de frente las puntas del Aconcagua y Tupungato y por el otro de donde veníamos vemos el río Olivares. Los colores amarillos, verdes y rojizos tiñen el paisaje. El cielo esta perfecto, un lindo día para hacer cumbre. Recorremos el filo cumbrero y sacamos fotos

La bajada es rápida, tomamos las mochilas, recargamos baterías de los celulares y partimos… queda poca agua, pero no falta mucho para llegar a la Vega. Seguimos bajando por acarreo fácil, entre formaciones rocosas imponentes. La vega y la laguna se ven todo el rato. Bajamos por los cursos de agua que están secos, el sendero no está bien marcado pero la bajada es lógica: directo a la Vega. Las vacas se arrancan de nosotros…nos vamos a los riachuelos que se forman para recargar las botellas, y tomar agua a destajo, ¡una maravilla! Armamos nuestro segundo campamento ahí mismo, en una terracita en medio de la vega. Cenamos y nos vamos a las rocas a tomar hasta el último rayo de sol. La noche esta helada. Se pasa un poco de frío, debe ser por la humedad de la vega

Dia 3

A las 8:30 ya estamos listas para salir, campamento desarmado, desayuno y mochilas cargadas. Ultima jornada, nos espera una larga caminata por un sendero que no conocemos.

Lo primero es llegar a la Laguna Esmeralda, como a una hora del campamento. Camino fácil y la laguna muy linda, rodeada de yaretas y piuquenes nadando muy relajados.

Tenemos que subir una “gran montaña” … (no es tan grande, pero ya estamos cansadas) y luego bajar por acarreos interminables hacia el río que baja del Plomo, un poco más abajo de Piedra Numerada. Terrero pedregoso, como de platos quebrados. Entre medio de las piedras muchas flores que no se cómo lo hacen para crecer ahí. Pasamos por piedras de diferentes formas, grandes y otras no tanto. El acarreo de bajada, frente a la quebrada de las Yaretas, se hace eterno y el último tramo se va por al lado de un riachuelo que desemboca en el Cepo que baja de las cascadas del Plomo.

Nuevamente es momento de sacarse los zapatos y cruzar el rio, aprovechamos de almorzar, ya son las 13:00.

Tomamos un sendero bien marcado que va por el lado izquierdo del rio, el paisaje nos sorprende, el rio se va ensanchando y trae harto caudal, hay muchas cascadas por el camino y piedras muy grandes que invitan a observar. Hay que cruzar el río un par de veces siguiendo el sendero. Hasta que llegamos al punto de partida del día 1. Hay que cruzar y despedirse del rio. Es hora de empezar a subir para llegar al auto. La subida se hace pesada, el sendero se pierde a veces entre la vegetación (solo hay que buscarlo). Hay pasadas angostas, las piernas y la cabeza ya están cansadas. Lo mejor es mantener la mente en blanco, concentrarse y subir…las vacas y miles de flores nos van despidiendo. Al lado derecho, El capitán del Quempo nuevamente nos vigila, ya estamos a pocos kilómetros de llegar. Se ve el auto estacionado arriba…un poco más y llegamos. Una jornada agotadora, pero al mismo tiempo nos recarga de energía, nos hace más fuertes. Ciertamente un viaje como a otro mundo, al lado de Santiago. Ya son las 17:00.

Maureen Johnson

Participantes: Paula Astaburuaga, Paulina Errandonea, Maureen Johnson, M. Paz Vargas